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27 d’agost 2018

Las buenas formas no bastan

La llegada del PSOE al poder ha supuesto cierta relajación en las maneras de afrontar los problemas derivados del “Estado de Derecho y social”. Constatarlo revela la situación anómala anterior en que el PP tenía sumido el respiradero político institucional con relación, no solo a Cataluña, sino a la problemática del país.
Será muy difícil superar el autoritarismo del PP afrontando los problemas de Estado. Por esta razón, no ver a sus representantes a todas horas en los medios de comunicación constituye ya de por sí uno de los aspectos más saludables para la higiene democrática. El PP ha tenido al país sumido en una crispación que no merecía la ciudadanía.
Sin embargo, las buenas palabras y nuevas maneras del nuevo gobierno socialista, que se agradecen, significan poco, porque lo que importa es evaluar las acciones que llevan a cabo. A veces, tener buena educación es la pantalla de la hipocresía. Y, aunque el Gobierno actual no lleva ni cien días en el poder, ciertas disposiciones que han tomado algunos de sus ministerios y, más en concreto, el de Educación, son suficientes para ver el futuro con pesimismo. Y lo especificamos, porque estas decisiones chocan con los principios programáticos del PSOE establecidos en su 39 Congreso Federal para las elecciones de finales de 2015.
El PSOE se presentó en ese Congreso como el paladín de la laicidad. Lamentablemente, el pensamiento sobre la temática religiosa y la aconfesionalidad es una cosa en el papel y muy otra en la praxis. El PSOE ha demostrado en su trayectoria que, en cuanto llega al poder, repite los mismos hábitos genuflexos ante el poder religioso que representa la Iglesia Católica y el Vaticano. Podría decirse que vive cautivo del voto católico. De ahí que sus decisiones eviten cualquier fricción con ese importante segmento social y, por antonomasia, con la Jerarquía eclesiástica.
Las propuestas de acción sobre laicidad que el PSOE estableció en el citado Congreso Federal siguen sin estrenar. No ha pergeñado orientaciones protocolarias para que sus políticos las cumplan en los organismos institucionales públicos donde ejercen, diputaciones, ayuntamientos, hospitales, cuarteles, cementerios, universidades, escuelas e institutos. Es estampa habitual ver a alcaldes, concejales y diputados socialistas asistir a procesiones religiosas como representantes de pueblos y ciudades, contraviniendo ese principio de laicidad que invocaba en su Congreso Federal.
Pero recordemos una por una aquellas propuestas del citado congreso.
1º. Promover cementerios públicos no confesionales
¿Cuántas iniciativas han llevado a buen término los Ayuntamientos, gobernados por socialistas, retirando las cruces que presiden las entradas de los cementerios?
2º. Denunciar los acuerdos de España con la Santa Sede.
No se ha dado ningún paso adelante. Los socialistas jamás han entablado conversaciones con la santa Sede para derogar dichos acuerdos. ¿Denunciar? De boquilla. Ni siquiera se ha creado una comisión bilateral tendente a romper dicho cordón umbilical impropio de un Estado Aconfesional. Denunciar no basta cuando se está en el gobierno. Tiene que concretarse en hechos; si no, es palabrería, demagogia y populismo.
3º Proceder a la transformación de los lugares de culto en los centros públicos en lugares de oración interconfesionales.
Formulación que revela la posición, más que timorata, contradictoria del PSOE. ¿Cómo puede proponer que en los centros públicos existan lugares de oración católica, musulmana, evangelista, etcétera? Es una contradicción insensata si se defiende la laicidad del Estado.
4º Reclamar la titularidad de dominio o de otros derechos reales sobre los bienes que desde 1998 han sido inmatriculados a favor de la Iglesia Católica.
Si tomamos como referencia Aragón y Navarra, observamos que en ambos territorios han apoyado formalmente las mociones que la izquierda ha presentado en algunos Ayuntamientos y en las Cortes y Parlamento, respectivamente, pero no han cruzado esta línea de intenciones, ejecutando, donde gobierna, caso de Aragón, lo que dichas instituciones han aprobado, que no en el de Navarra, puesto que los socialistas se han visto privados de ese poder ejecutivo. Probablemente, caso de gozar de este, se habrían comportado como sus homólogos aragoneses.
5º. Actualizar en la Constitución el principio de laicidad y suprimir la referencia a la Iglesia católica.
No tenemos noticia que el PSOE haya presentado en el Congreso una moción que contemple esa actualización y, de paso, pedir la desaparición del nombre de la Iglesia católica en el articulado constitucional. Y ojo, porque han pasado ya 40 años y nunca hubo una moción parlamentaria en este sentido. Ni con González, ni con Zapatero.
6º. En nuestro modelo de escuela pública no cabe la integración ni en el currículo ni en el horario escolar enseñanzas confesionales.
Contundente formulación. Para recordársela a la actual ministra de Educación, I. Celaá, quien aseguró que la enseñanza de la religión seguirá siendo optativa para las familias y de obligado ofrecimiento por parte de las instituciones. Que la nota de religión no cuente en el currículum es irrelevante aunque los obispos se rasguen sus casullas por esta nimiedad.
7.Suprimir el sistema de asignación tributaria en aras del principio de laicidad.
No solamente el Gobierno sigue proporcionando a la Iglesia millones de euros detraídos del erario por ese concepto, sino que la enseñanza de la religión se lleva la friolera cifra de cien millones de euros para pagar a los profesores. ¿Hasta cuándo va a sufrir la ciudadanía esta afrenta injusta y lesiva para los intereses plurales en materia confesional y no confesional de la sociedad?
¿Qué sentido tiene confeccionar programas electorales si de antemano se sabe que nunca se harán efectivos? Y mucho peor aún, si se toman decisiones que contradicen radicalmente lo que en ellos se defiende. En esas seguimos.

Firman este articulo: Víctor Moreno, Fernando Mikelarena, Angel Zoco, Carlos Martínez, Carolina Martínez, José Ramón Urtasun, Clemente Bernad, Txema Aranaz por el ATENEO BASILIO LACORT

20 d’agost 2018

Ateisme, opció de consciència o convicció filosòfica


El marc mental des del qual s’elaboren textos sobre la laïcitat en les societats lliures i democràtiques sovint pateixen l’estretor dels marcs mentals religiosos. Per exemple: La terminologia que confon opcions de consciència i creences.

De vegades, en les redaccions de textos suposadament neutrals o laics, no queda clar que existeixen més opcions de consciència que les múltiples i diverses religions i les creences en mons i ens sobrenaturals paral·lels a la vida o posteriors a la mort, i donen per fet que totes elles són creences.

I nosaltres diem: la no creença no és una altra creença. I així no són creences les opcions de consciència que existeixen basades en l’exigència d’aportació d’evidències per part dels creients de les confessions, fes o sectes, per poder acceptar els seus arguments.

Entre les diverses opcions de consciència que no podem catalogar ni com a religions ni com a creences, hi ha l’ateisme, l’agnosticisme, el materialisme, el naturalisme, el fisicalisme o el cientifisme.
Existeix també la tendència a anomenar aquestes opcions esmentades dins el genèric «conviccions
filosòfiques».

Què diu el diccionari de «convicció»?

convicció

Font: Diccionari de la llengua catalana de l'Institut d'Estudis Catalans (2a edició)
Convenciment . Portar la convicció a l'ànim d'algú. Parlar sense convicció. tenir conviccions Creure fermament en la veritat de certs principis religiosos, polítics, etc.

Font : Diccionari català-valencià-balear (DCVB) d’A. M. Alcover i F. de B. Moll
|| 1. Convenciment; seguretat de la veritat; cast. convicción. Romanguérem ab la convicció de que llavors era quant conexíem una nova personalitat, M. S. Oliver (ap. Obrador Arq. lit. 78).
|| 2. pl. Idees fermes, coses de què un està convençut (especialment en qüestions religioses, polítiques, socials); cast. convicciones. Per aquells qui patexen de fluxedat de conviccions, Ignor. 3.

És a dir, les «conviccions filosòfiques» es relacionarien amb idees fermes, normalment en qüestions religioses, etc, àmbit precisament del que ens volem diferenciar i fugir. També en la definició de «conviccions filosòfiques» quedarien exclosos aquells lliurepensadors que no tenen les idees fermes o que dubten però que no són ni religiosos ni creients.

L’ateisme no és ni un dogma, ni una religió, ni una creença. ¿Podem, però, acceptar que l’ateisme és una opció de consciència, una convicció filosòfica, una concepció del món o una cosmovisió? Fins aquí deixaria plantejat el debat.

Francesc Aguilar i Domenjó

13 d’agost 2018

La iglesia católica y el proceso para la independencia de Cataluña

Como siempre, la iglesia católica sigue poniendo huevos en todos los cestos. El presidente de la conferencia episcopal española dijo hace unos meses que la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) era «la ruptura del orden constitucional que los españoles nos hemos dado hace 40 años», la DUI es «un hecho grave y perturbador de nuestra convivencia, que va más allá de las discrepancias entre las formaciones políticas».

Por otro lado, los obispos catalanes hicieron público otro comunicado conjunto. Lo emitió la Conferencia Episcopal Tarraconense, que agrupa los diez obispados y arzobispados catalanes. En esta nota, los prelados evitan comentar la ofensiva del independentismo catalán y, en cambio, sí que reprenden la intervención de las fuerzas de seguridad: «La situación de violencia que se vive hoy en Cataluña es deplorable. Es necesario que se detenga ya la violencia y los enfrentamientos. Hay que encontrar una salida pacífica y democrática», indicaba el comunicado que en las horas siguientes fue replicado por diferentes obispos y obispados catalanes a través de internet.

Ya se puede ver que, para la iglesia, más vale ser violento supremacista, africanista, dictador autoritario, vengativo, etc. que ser pacífico, paciente, demócrata, etc. Uno puede estar a favor de la independencia de Cataluña o en contra, pero ¿es legítimo estar a favor de la muerte de entre 900.000 y 1.000.000 de ciudadanos? ¿A favor de un golpe de estado violento? ¿Es esta la religión de paz que proclaman?

Como mínimo es curioso —incluso sospechoso de odio— que cuando Franco dio el golpe de estado ilegal, ilegítimo, inmoral, grosero, violento, sanguinario y vengativo hicieran una declaración oficial y «legal», canónicamente hablando, de que se trataba de una «cruzada», una «guerra santa».

Pero por los pasillos de los obispados también vuelan los cuchillos. El obispo de Solsona Xavier Novell, ha alabado este lunes la declaración de independencia y ha descalificado a las fuerzas de seguridad para hacer cumplir el Estado de Derecho en Cataluña. Novell ha tachado a la Policía Nacional y la Guardia Civil de «guerrillas». Después de proclamar de nuevo la «nación catalana», el obispo vuelve a alentar la defensa del referéndum en este comunicado y reclama hacer efectivo «el derecho de autodeterminación».

El cardenal Antonio Cañizares asegura que "cuando se genera odio", en alusión al independentismo, "esto no es ser cristiano". El arzobispo de Valencia contesta con estas palabras, en una entrevista a 'La Razón', preguntado sobre la fe del vicepresidente del Gobierno cesado: "Ni el señor [Oriol] Junqueras ni nadie puede decir que el secesionismo se apoya en la Iglesia" .El arzobispo de Valencia afirma, además, que, "en el caso de la secesión", ésta no es compatible con ser buen católico. "Lo digo cuando se trata de países democráticos. No se puede ser católico en Italia y defender el secesionismo", sentencia. ¡Vaya! todos los hispanoamericanos no son unos buenos cristianos; en cambio los saharauis que son «moros» se les puede dejar a su suerte con Marruecos. Su secesión «a la fuerza» debe ser la condena por ser infieles. Por cierto casi se me escapa, hay que pedir al estado italiano la derogación del tratado de Letran y la devolución del la ciudad del Vaticano a la república garibaldina.

Una anécdota: el líder de ERC (Esquerra Republicana de Cataluña) se apoyó en su cristianismo para defender —durante su declaración ante la jueza Carmen Lamela de la audiencia nacional (nombre actual del antiguo tribunal de orden público franquista) tras cerrarlo en prisión— que no es partidario de la violencia. "Violencia nunca, por muchas razones. Soy creyente. Mis convicciones me alejan y me impiden cualquier acto violento de cualquier manera", afirmó en la audiencia nacional. Vaya, otro que no sabe de que va la religión. ¿Paz? ¿no a la violencia? Habrá que regalarle los 10 tomos de la Historia Criminal del Cristianismo; sería una buena penitencia para hacerse perdonar.

Finalmente un repaso a las oscuras razones de la iglesia en favor de la violencia y la injusticia, según sople el viento; según el territorio, la independencia es buena y es mala al mismo tiempo. Una pista importante: la segunda República le sacó algunos de sus privilegios, entre ellos enseñanza, dinero público, etc. y el franquismo de los restituyó con creces, como decía mi madre: «corregido y aumentado». Así que, por si acaso gana el uno o gana el otro, en cada lugar son defensores, de boca, de lo que quiere la gente. La moral y la ética no son importantes, por mucho que hablen. Lo importante es el «money, money, money»

Albert Riba, presidente de Ateos de Cataluña y portavoz de la AILP

06 d’agost 2018

El papa Francesc a Ginebra

El cap de l'Església Catòlica va anar a la ciutat de Calvino el 21 de juny per afirmar el seu lideratge sobre les comunitats cristianes amb motiu del 70è aniversari del Consell Mundial d'Esglésies. Si aquesta visita es referia a l'Església Romana i els seus creients, els lliurepensadors no trobem res de dolent en això, almenys si no se'ns demanen fons públics per finançar part de l'operació, i més si és sense el nostre consentiment.

Però aquest any se celebren altres 70 anys, el de la Declaració Universal de Drets Humans i en aquesta ocasió, per boca del senyor Jurkovič —representant permanent de la Santa Seu a les institucions internacionals— el Vaticà ha fet declaracions molt preocupants.

La secularització creixent de les societats, a la qual Suïssa no és immune, porta com a corol·lari l'intent de les religions de defensar o recuperar posicions oficials a les institucions internacionals.

Jurkovic, arquebisbe catòlic, romà i col·laborador del Papa Francisco, ha qüestionat així al Consell de Drets Humans de l'ONU:

«En algunes organitzacions internacionals apareixen alguns conceptes controvertits que no caben en la saviesa religiosa internacional o en el sentiment de la majoria de la humanitat i, no obstant això, són promogudes o imposades», cosa que debilita l'eficàcia jurídica de la defensa dels drets humans. Per exemple, la noció de «freedom for religion» (llibertat religiosa) és «condescendent, i no forma part dels instruments internacionals»

Per completar i aclarir aquesta posició, el lloc web oficial del Vaticà estava atacant al mateix temps —i sota la ploma del mateix prelat— a les lleis que organitzen la llibertat i els drets reproductius de les dones i el final de la vida de tots, per reclamar un magisteri que aniria «de la concepció a la mort natural»

Sobre això la majoria dels cantons de Suïssa ja van respondre democràticament —com acaben de fer-ho els ciutadans de la República d'Irlanda— després d'anys d'esforç, de sofriment i de tantes baixes.

Així s'expressa la saviesa de la humanitat, i ni l'Església romana ni cap altra religió ho superarà.

Thierry Dewier, president de la Libre Pensée Romande (Suïssa francòfona)
Michel Godicheau, Bureau Européen de Coordination de la Libre Pensée, representant de l'AILP al Consell de Drets Humans (UNOG)

Traducció: Albert Riba