Luis Argüello portaveu i secretari general de la «Conferencia Episcopal Española» ha començat el seu «secretariat» amb unes declaracions al·lucinants que han aixecat una forta polèmica: ha manifestat que els postulants d’una plaça de capellà han de ser «enterament homes, per tant, heterosexuals», el què mostra la seva LGTBIfòbia al assenyalar que els LGTBI només son mig —o menys— homes. De les dones LGTBI no en sap o no contesta. I es va acabar d’embolicar en una comparació entre la transsexualitat i el secessionisme.
Argüello denuncia que en lleis recentment aprovades es legalitzés la transsexualitat, fent cas als desitjos i sentiments dels ciutadans i ciutadanes que volen canviar de sexe, reclamant que s’ha de seguir la «racionalitat» i no els sentiments. Fenomenal que apel·lin al raciocini aquells que —sense cap prova— creuen en: ànimes, déus, inferns, dimonis, eternitats, miracles, pecats, creacions, el càstig dels descendents pels delictes dels antecedents (pecat original), mares verges abans, durant i després del part, resurreccions, transsubstanciacions de pa en carn i vi en sang, conservant el gust, el tacte i les matèries originals, etc.
I va vincular el tema de la transsexualitat amb desig d'independència dels catalans: «Perquè avui no només és aquest assumpte; pensem en la situació política d'Espanya, en les nostres tensions com a poble, com nació i nacionalitats». Argüello va avisar que, fent això, els sentiments son la condició jurídica que fonamenten «la gran decisió del canvi de sexe o la decisió tan important de canviar de configuració de l'Estat». Embolica que fa fort!
Albert Riba
President de l'Associació Ateus de Catalunya
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26 de novembre 2018
13 d’agost 2018
La iglesia católica y el proceso para la independencia de Cataluña
Como siempre, la iglesia católica sigue poniendo huevos en todos los cestos. El presidente de la conferencia episcopal española dijo hace unos meses que la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) era «la ruptura del orden constitucional que los españoles nos hemos dado hace 40 años», la DUI es «un hecho grave y perturbador de nuestra convivencia, que va más allá de las discrepancias entre las formaciones políticas».
Por otro lado, los obispos catalanes hicieron público otro comunicado conjunto. Lo emitió la Conferencia Episcopal Tarraconense, que agrupa los diez obispados y arzobispados catalanes. En esta nota, los prelados evitan comentar la ofensiva del independentismo catalán y, en cambio, sí que reprenden la intervención de las fuerzas de seguridad: «La situación de violencia que se vive hoy en Cataluña es deplorable. Es necesario que se detenga ya la violencia y los enfrentamientos. Hay que encontrar una salida pacífica y democrática», indicaba el comunicado que en las horas siguientes fue replicado por diferentes obispos y obispados catalanes a través de internet.
Ya se puede ver que, para la iglesia, más vale ser violento supremacista, africanista, dictador autoritario, vengativo, etc. que ser pacífico, paciente, demócrata, etc. Uno puede estar a favor de la independencia de Cataluña o en contra, pero ¿es legítimo estar a favor de la muerte de entre 900.000 y 1.000.000 de ciudadanos? ¿A favor de un golpe de estado violento? ¿Es esta la religión de paz que proclaman?
Como mínimo es curioso —incluso sospechoso de odio— que cuando Franco dio el golpe de estado ilegal, ilegítimo, inmoral, grosero, violento, sanguinario y vengativo hicieran una declaración oficial y «legal», canónicamente hablando, de que se trataba de una «cruzada», una «guerra santa».
Pero por los pasillos de los obispados también vuelan los cuchillos. El obispo de Solsona Xavier Novell, ha alabado este lunes la declaración de independencia y ha descalificado a las fuerzas de seguridad para hacer cumplir el Estado de Derecho en Cataluña. Novell ha tachado a la Policía Nacional y la Guardia Civil de «guerrillas». Después de proclamar de nuevo la «nación catalana», el obispo vuelve a alentar la defensa del referéndum en este comunicado y reclama hacer efectivo «el derecho de autodeterminación».
El cardenal Antonio Cañizares asegura que "cuando se genera odio", en alusión al independentismo, "esto no es ser cristiano". El arzobispo de Valencia contesta con estas palabras, en una entrevista a 'La Razón', preguntado sobre la fe del vicepresidente del Gobierno cesado: "Ni el señor [Oriol] Junqueras ni nadie puede decir que el secesionismo se apoya en la Iglesia" .El arzobispo de Valencia afirma, además, que, "en el caso de la secesión", ésta no es compatible con ser buen católico. "Lo digo cuando se trata de países democráticos. No se puede ser católico en Italia y defender el secesionismo", sentencia. ¡Vaya! todos los hispanoamericanos no son unos buenos cristianos; en cambio los saharauis que son «moros» se les puede dejar a su suerte con Marruecos. Su secesión «a la fuerza» debe ser la condena por ser infieles. Por cierto casi se me escapa, hay que pedir al estado italiano la derogación del tratado de Letran y la devolución del la ciudad del Vaticano a la república garibaldina.
Una anécdota: el líder de ERC (Esquerra Republicana de Cataluña) se apoyó en su cristianismo para defender —durante su declaración ante la jueza Carmen Lamela de la audiencia nacional (nombre actual del antiguo tribunal de orden público franquista) tras cerrarlo en prisión— que no es partidario de la violencia. "Violencia nunca, por muchas razones. Soy creyente. Mis convicciones me alejan y me impiden cualquier acto violento de cualquier manera", afirmó en la audiencia nacional. Vaya, otro que no sabe de que va la religión. ¿Paz? ¿no a la violencia? Habrá que regalarle los 10 tomos de la Historia Criminal del Cristianismo; sería una buena penitencia para hacerse perdonar.
Finalmente un repaso a las oscuras razones de la iglesia en favor de la violencia y la injusticia, según sople el viento; según el territorio, la independencia es buena y es mala al mismo tiempo. Una pista importante: la segunda República le sacó algunos de sus privilegios, entre ellos enseñanza, dinero público, etc. y el franquismo de los restituyó con creces, como decía mi madre: «corregido y aumentado». Así que, por si acaso gana el uno o gana el otro, en cada lugar son defensores, de boca, de lo que quiere la gente. La moral y la ética no son importantes, por mucho que hablen. Lo importante es el «money, money, money»
Albert Riba, presidente de Ateos de Cataluña y portavoz de la AILP
Por otro lado, los obispos catalanes hicieron público otro comunicado conjunto. Lo emitió la Conferencia Episcopal Tarraconense, que agrupa los diez obispados y arzobispados catalanes. En esta nota, los prelados evitan comentar la ofensiva del independentismo catalán y, en cambio, sí que reprenden la intervención de las fuerzas de seguridad: «La situación de violencia que se vive hoy en Cataluña es deplorable. Es necesario que se detenga ya la violencia y los enfrentamientos. Hay que encontrar una salida pacífica y democrática», indicaba el comunicado que en las horas siguientes fue replicado por diferentes obispos y obispados catalanes a través de internet.
Ya se puede ver que, para la iglesia, más vale ser violento supremacista, africanista, dictador autoritario, vengativo, etc. que ser pacífico, paciente, demócrata, etc. Uno puede estar a favor de la independencia de Cataluña o en contra, pero ¿es legítimo estar a favor de la muerte de entre 900.000 y 1.000.000 de ciudadanos? ¿A favor de un golpe de estado violento? ¿Es esta la religión de paz que proclaman?
Como mínimo es curioso —incluso sospechoso de odio— que cuando Franco dio el golpe de estado ilegal, ilegítimo, inmoral, grosero, violento, sanguinario y vengativo hicieran una declaración oficial y «legal», canónicamente hablando, de que se trataba de una «cruzada», una «guerra santa».
Pero por los pasillos de los obispados también vuelan los cuchillos. El obispo de Solsona Xavier Novell, ha alabado este lunes la declaración de independencia y ha descalificado a las fuerzas de seguridad para hacer cumplir el Estado de Derecho en Cataluña. Novell ha tachado a la Policía Nacional y la Guardia Civil de «guerrillas». Después de proclamar de nuevo la «nación catalana», el obispo vuelve a alentar la defensa del referéndum en este comunicado y reclama hacer efectivo «el derecho de autodeterminación».
El cardenal Antonio Cañizares asegura que "cuando se genera odio", en alusión al independentismo, "esto no es ser cristiano". El arzobispo de Valencia contesta con estas palabras, en una entrevista a 'La Razón', preguntado sobre la fe del vicepresidente del Gobierno cesado: "Ni el señor [Oriol] Junqueras ni nadie puede decir que el secesionismo se apoya en la Iglesia" .El arzobispo de Valencia afirma, además, que, "en el caso de la secesión", ésta no es compatible con ser buen católico. "Lo digo cuando se trata de países democráticos. No se puede ser católico en Italia y defender el secesionismo", sentencia. ¡Vaya! todos los hispanoamericanos no son unos buenos cristianos; en cambio los saharauis que son «moros» se les puede dejar a su suerte con Marruecos. Su secesión «a la fuerza» debe ser la condena por ser infieles. Por cierto casi se me escapa, hay que pedir al estado italiano la derogación del tratado de Letran y la devolución del la ciudad del Vaticano a la república garibaldina.
Una anécdota: el líder de ERC (Esquerra Republicana de Cataluña) se apoyó en su cristianismo para defender —durante su declaración ante la jueza Carmen Lamela de la audiencia nacional (nombre actual del antiguo tribunal de orden público franquista) tras cerrarlo en prisión— que no es partidario de la violencia. "Violencia nunca, por muchas razones. Soy creyente. Mis convicciones me alejan y me impiden cualquier acto violento de cualquier manera", afirmó en la audiencia nacional. Vaya, otro que no sabe de que va la religión. ¿Paz? ¿no a la violencia? Habrá que regalarle los 10 tomos de la Historia Criminal del Cristianismo; sería una buena penitencia para hacerse perdonar.
Finalmente un repaso a las oscuras razones de la iglesia en favor de la violencia y la injusticia, según sople el viento; según el territorio, la independencia es buena y es mala al mismo tiempo. Una pista importante: la segunda República le sacó algunos de sus privilegios, entre ellos enseñanza, dinero público, etc. y el franquismo de los restituyó con creces, como decía mi madre: «corregido y aumentado». Así que, por si acaso gana el uno o gana el otro, en cada lugar son defensores, de boca, de lo que quiere la gente. La moral y la ética no son importantes, por mucho que hablen. Lo importante es el «money, money, money»
Albert Riba, presidente de Ateos de Cataluña y portavoz de la AILP
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