I Escuela de Pensamiento Feminista de Aragón

Aprender, debatir y reflexionar sobre el feminismo y las maneras en las que el conocimiento en este terreno se puede transferir a la sociedad. Estos han sido los objetivos de la I Escuela de Pensamiento Feminista de Aragón, organizada por el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), que se inauguró el pasado jueves 5 de Julio.
    Mi opinión sobre este acontecimiento y mi experiencia, por haber asistido, no pueden ser más que positivas.
    Y lo digo en un día oscurecido por la noticia de un asesinato más, el de una mujer, a manos de su pareja, padre de sus dos hijos de corta edad. Y ya van 20, este año.
    Ante una expresión de misoginia tan violenta, no es fácil ser optimista pero no hay que hundirse en el desánimo. Basta con mirar atrás y ver de dónde venimos para comprender los avances que han tenido lugar.
    En Zaragoza nos hemos reunido mujeres de edades y situaciones muy diversas, pero compartiendo el deseo de extender la reflexión y la práctica del feminismo, cada una en su entorno. Por supuesto también asistieron algunos hombres (demasiado pocos) puesto que la convocatoria estaba abierta a todos.
    Todos y cada uno de los entornos en los que nos movemos tienen importancia y son útiles para reflexionar sobre nuestra situación y combatir el patriarcado que nos impide realizarnos en igualdad y en libertad.
    Allí hemos estado mujeres mayores y jóvenes, abuelas, madres e hijas. Profesoras de universidad e instituto, estudiantes, médicas y enfermeras, periodistas, abogadas, políticas con y sin cargo, activistas de distintas organizaciones sociales… y seguro que no enumero a todas porque éramos un abanico tremendamente amplio.
    Lo resalto porque lo considero una riqueza estimable. Todas tenemos poder para denunciar y para cambiar el actual estado de cosas. Cada una desde el lugar que ocupa en la sociedad, puede hacerla avanzar, contribuir a que sea más justa e igualitaria.
    Pero lo primero para denunciar algo y para combatirlo, es verlo. Tan obvio como eso. Por eso son tan necesarias reflexiones teóricas, como las que han tenido lugar en las jornadas.
    Como decía Rosa Cobo, el patriarcado que nos relega no es nuevo pero se da por primera vez una alianza extremadamente peligrosa, por lo eficaz, entre patriarcado, capitalismo y libre mercado globalizado.
    Los fenómenos que derivan de esta alianza son sumamente dañinos para las mujeres porque están presentados como ejemplos de modernidad y libertad de elección, y difundidos por unos medios potentes: prensa escrita y digital, emisoras de radio y televisión, películas, redes sociales, etc., al servicio de la ideología que pretenden imponer.
    La consideración de los cuerpos de las mujeres como objetos de mercado, su sexualización, iniciada ya desde la infancia, la tiranía de la estética de talla 38, unida al imperativo de la eterna juventud, entre otros fenómenos de la aludida alianza, han dado lugar a algunos de los negocios más rentables de la actualidad como el tráfico de mujeres para la prostitución, los vientres de alquiler, las clínicas de cirugía plástica y la industria farmacéutica con su infinidad de productos para el rejuvenecimiento y conservación del aspecto modelo Barby.
    Me habría gustado poder analizar lo que han supuesto las religiones en la configuración del género, en lo que se considera el ideal de lo femenino y de lo masculino, puesto que las religiones, como es sabido, han sido las principales creadoras y mantenedoras de la ideología patriarcal, la que nos considera ciudadanas de segunda categoría, aunque ya nos haya concedido el alma!!!
    Pero un encuentro de día y medio no da de sí para todo lo que hubiéramos querido debatir.
    Espero y deseo que haya más ocasiones. Esta ha sido la I Escuela de Pensamiento Feminista de Aragón y visto el éxito de la convocatoria, estoy segura de que habrá más.

Elisa Madera
Socia de Ateus de Catalunya