Como siempre, la iglesia católica sigue poniendo huevos en todos los cestos. El presidente de la conferencia episcopal española dijo hace unos meses que la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) era «la ruptura del orden constitucional que los españoles nos hemos dado hace 40 años», la DUI es «un hecho grave y perturbador de nuestra convivencia, que va más allá de las discrepancias entre las formaciones políticas».
Por otro lado, los obispos catalanes hicieron público otro comunicado conjunto. Lo emitió la Conferencia Episcopal Tarraconense, que agrupa los diez obispados y arzobispados catalanes. En esta nota, los prelados evitan comentar la ofensiva del independentismo catalán y, en cambio, sí que reprenden la intervención de las fuerzas de seguridad: «La situación de violencia que se vive hoy en Cataluña es deplorable. Es necesario que se detenga ya la violencia y los enfrentamientos. Hay que encontrar una salida pacífica y democrática», indicaba el comunicado que en las horas siguientes fue replicado por diferentes obispos y obispados catalanes a través de internet.
Ya se puede ver que, para la iglesia, más vale ser violento supremacista, africanista, dictador autoritario, vengativo, etc. que ser pacífico, paciente, demócrata, etc. Uno puede estar a favor de la independencia de Cataluña o en contra, pero ¿es legítimo estar a favor de la muerte de entre 900.000 y 1.000.000 de ciudadanos? ¿A favor de un golpe de estado violento? ¿Es esta la religión de paz que proclaman?
Como mínimo es curioso —incluso sospechoso de odio— que cuando Franco dio el golpe de estado ilegal, ilegítimo, inmoral, grosero, violento, sanguinario y vengativo hicieran una declaración oficial y «legal», canónicamente hablando, de que se trataba de una «cruzada», una «guerra santa».
Pero por los pasillos de los obispados también vuelan los cuchillos. El obispo de Solsona Xavier Novell, ha alabado este lunes la declaración de independencia y ha descalificado a las fuerzas de seguridad para hacer cumplir el Estado de Derecho en Cataluña. Novell ha tachado a la Policía Nacional y la Guardia Civil de «guerrillas». Después de proclamar de nuevo la «nación catalana», el obispo vuelve a alentar la defensa del referéndum en este comunicado y reclama hacer efectivo «el derecho de autodeterminación».
El cardenal Antonio Cañizares asegura que "cuando se genera odio", en alusión al independentismo, "esto no es ser cristiano". El arzobispo de Valencia contesta con estas palabras, en una entrevista a 'La Razón', preguntado sobre la fe del vicepresidente del Gobierno cesado: "Ni el señor [Oriol] Junqueras ni nadie puede decir que el secesionismo se apoya en la Iglesia" .El arzobispo de Valencia afirma, además, que, "en el caso de la secesión", ésta no es compatible con ser buen católico. "Lo digo cuando se trata de países democráticos. No se puede ser católico en Italia y defender el secesionismo", sentencia. ¡Vaya! todos los hispanoamericanos no son unos buenos cristianos; en cambio los saharauis que son «moros» se les puede dejar a su suerte con Marruecos. Su secesión «a la fuerza» debe ser la condena por ser infieles. Por cierto casi se me escapa, hay que pedir al estado italiano la derogación del tratado de Letran y la devolución del la ciudad del Vaticano a la república garibaldina.
Una anécdota: el líder de ERC (Esquerra Republicana de Cataluña) se apoyó en su cristianismo para defender —durante su declaración ante la jueza Carmen Lamela de la audiencia nacional (nombre actual del antiguo tribunal de orden público franquista) tras cerrarlo en prisión— que no es partidario de la violencia. "Violencia nunca, por muchas razones. Soy creyente. Mis convicciones me alejan y me impiden cualquier acto violento de cualquier manera", afirmó en la audiencia nacional. Vaya, otro que no sabe de que va la religión. ¿Paz? ¿no a la violencia? Habrá que regalarle los 10 tomos de la Historia Criminal del Cristianismo; sería una buena penitencia para hacerse perdonar.
Finalmente un repaso a las oscuras razones de la iglesia en favor de la violencia y la injusticia, según sople el viento; según el territorio, la independencia es buena y es mala al mismo tiempo. Una pista importante: la segunda República le sacó algunos de sus privilegios, entre ellos enseñanza, dinero público, etc. y el franquismo de los restituyó con creces, como decía mi madre: «corregido y aumentado». Así que, por si acaso gana el uno o gana el otro, en cada lugar son defensores, de boca, de lo que quiere la gente. La moral y la ética no son importantes, por mucho que hablen. Lo importante es el «money, money, money»
Albert Riba, presidente de Ateos de Cataluña y portavoz de la AILP
Muy acertado el artículo. La cuestión está, en mi opinión, en con la pertenencia a un grupo muchas personas palian sus miedos y carencias. En el grupo de la iglesia les dan respuestas para todo. A la iglesia ya le conviene los rebaños de ovejas que no reflexionan sobre las barbaridades que dicen y hacen. Justificando las desigualdades y las faltas de respeto hacia los grupos diferentes. En sus arengas panfletarias ya denotan las incoherencias de sus prácticas con sus doctrinas
ResponEliminaVamos, que la Iglesia SA lleva 20 siglos viviendo del cuento, son unos auténticos profesionales de sacar provecho de todos los gobiernos. Mira ahora Rusia, el 80% de los rusos se declaran creyentes... increible!
ResponEliminaLes jerarquíes de l'església són un bon instrument de mesura de per on va la política en cada lloc. Sembla que a diferència d'Espanya, a Catalunya els drets humans i la democràcia tenen una consideració rellevant a la societat i l'independentisme és un nínxol de mercat important que la esglèsia catalana no vol perdre.
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